La Asociación de Directivos de Aragón profundizó en su foro en la economía social.
J. A. 27/09/2017
HUESCA.- Desde que se comenzó a utilizar el término Responsabilidad Social Corporativa (RSC) a comienzos de la década pasada, este concepto ha experimentado una evolución que trasciende los límites de las empresas, que la han introducido como una «filosofía» de su negocio. Sobre la denominada «Economía social y sostenible», su evolución y oportunidades hablaron ayer varios expertos en el foro organizado por la Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón (ADEA).
La RSC, dijo Salvador Arenere, presidente de ADEA, «no es una moda y las empresas se lo deben de creer». «Tenemos las herramientas y el conocimiento pero requiere de incorporar elementos para un progreso equilibrado», apuntó Marco Ibarz, presidente de la Comisión de Derechos Sociales de la Diputación Provincial de Huesca. En la capital oscense, dijo su alcalde Luis Felipe, es una cuestión «importante» y el «futuro de una parte de su economía».
Antes de la mesa redonda, Xavier Carbonell, director de la Cátedra Mando de Responsabilidas Social Corporativa de la Universidad Pompeu Fabra, profundizó en la evolución de la RSC, pasando de ser «reactiva» a una «estrategia y filosofía de la empresa». Ser socialmente responsable actualmente implica «mejor rentabilidad y reputación», apuntó Fernando Riaño, director de RSC de Ilunion.
Para pymes como Eboca Vending, este proceso lo han interiorizado en su día a día, «produciendo bienes y servicios que mejoren el mundo y mejorando el mundo haciéndolos», luchando contra lo que denominan «ingresos tóxicos», destacó su gerente, Raúl Benito. Aclaró José Luis Laguna, ex gerente de Atades y asesor de RSC, que ésta es distinta a la «responsabilidad legal de las empresas a contratar personas con discapacidad», es un «modelo de gestión que refuerza su misión y valores».
DE LA MARCA A LA REPUTACIÓN
El secretario de estado de Servicios Sociales e Igualdad, Mario Garcés, que clausuró la jornada, apeló a que la responsabilidad social corporativa conduce desde la marca a la reputación a las empresas porque el consumidor «está sensibilizado de que hay que aportar estímulos positivos para las empresas con responsabilidad social empresarial». Y concluyó aludiendo a la importancia del voluntariado social en las empresas y a la necesidad de propiciar actitudes para la acción social en las compañías.
Fuente: Diario del AltoAragón, 27/09/2017.