Lorenzo Torrente quiso compartir la Medalla de la Ciudad con todos los oscenses.
HUESCA MANIFESTÓ ayer su gratitud, cariño y reconocimiento a Atades con la entrega de la Medalla de Oro de la Ciudad, en un acto especialmente emotivo, en el que participó una amplia representación de los sectores sociales, económicos, culturales y políticos de la capital y la provincia altoaragonesa, y en el que se apostó por seguir trabajando por la integración y normalización de las personas con discapacidad intelectual.
MYRIAM MARTÍNEZ 11/10/2014
La heterogénea sociedad oscense vivió una mañana de amplio consenso en el Salón Azul del Casino, donde el calor de las palabras y las muestras de afecto que acompañaron a los distintos parlamentos hicieron aflorar las emociones más sinceras del público.
El Ayuntamiento estuvo representado por la alcaldesa, Ana Alós, y por miembros de todos los grupos municipales. Asistieron también a la cita el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, el presidente de la Diputación Provincial, Antonio Cosculluela, la subdelegada del Gobierno, María Teresa Lacruz, el presidente de la Comarca de la Hoya, Fernando Lafuente, directoras generales del Gobierno aragonés como Cristina Gavín y Lourdes Rubio, el diputado nacional Víctor Morlán y algunos parlamentarios autonómicos. Además, hubo representantes de la judicatura, como el presidente de la Audiencia, Santiago Serena; de la empresa, como el presidente de Ceos-Cepyme Huesca, Carlos Bistuer; de un amplio número de entidades sociales, entre ellos el presidente de la Coordinadora de Asociaciones de Personas con Discapacidad, Francisco Ratia, o el director gerente de la Confederación Nacional de Discapacidad Intelectual, Enrique Galván; y también del mundo de la cultura y de los cuerpos de seguridad del Estado. No faltaron a la cita, que fue seguida por numerosos medios de comunicación, usuarios, familiares y profesionales de Atades.
La escritora Sandra Araguás presentó el acto, que inició destacando la belleza que existe en la diferencia y el trabajo que ha realizado Atades desde sus orígenes, para crear nuevas normas en el mundo que dieran cabida a todos los seres humanos y para que aquellas «semillas especiales» pudieran desplegar todo su esplendor. La voz de la soprano Patricia Seral, que con el acompañamiento al piano de Edith Artal cantó Qué bello es vivir, de Nicola Piovani, y Je veux vivre, de Charles Gounod, dio paso a uno de los momentos más solemnes de la sesión. El secretario en funciones del Ayuntamiento, Vicente Sierra, leyó el acuerdo de la concesión de la Medalla de Oro de la Ciudad a Atades Huesca, y, cuando finalizó su participación, la alcaldesa impuso la distinción a Lorenzo Torrente. Finalizado el gesto, la sala rompió en un aplauso emocionante y prolongado, del que se desprendía la gratitud, el cariño y la admiración que la sociedad oscense profesa a la entidad homenajeada.
En cuanto se hizo un silencio, el presidente de Atades se apresuró a reclamar a su lado a una persona a la que se refirió como el «motor» de este proyecto durante los últimos 32 años, al que se ha entregado con ilusión y esfuerzo, «y sin la que todo esto no hubiera sido posible». Se refería al gerente de la entidad, José Luis Laguna, con el que se fundió en un gran abrazo. El público, conmovido de nuevo, respondió con una ovación y algunos gritos espontáneos de aprobación.
«EL MAYOR HONOR»
Lorenzo Torrente aseguró que representar a Atades en aquellos momentos era para él el mayor honor que podía experimentar. También aseguró sentirse orgulloso de que la semilla plantada hace cincuenta años en una ciudad como Huesca hubiera dado unos frutos como los que se pueden contemplar ahora.
Tras dar las gracias a la corporación, y uno a uno a todos los grupos políticos representados, el presidente recordó a las personas que habían contribuido a poner en marcha la entidad, un grupo de familias «que hicieron lo que tenían que hacer», sacar a la luz a sus hijos, «que estaban escondidos», compartir experiencias y encontrar el modo de superar las dificultades. «Muchos no están», observó, y citó a Ricardo Pascual, Félix Bernués, Manuel Tisaire y su propio padre, Ramón Torrente, que fue el primer presidente de la entidad y ocupó ese cargo durante más de cuarenta años.
«Para ellos es la medalla y también para todas las familias», señaló, y evocó, además, la figura de Manuel Artero, que da nombre al mayor complejo asistencial de Atades en la provincia, a escasos kilómetros de Huesca.
Lorenzo Torrente quiso compartir con toda la sociedad oscense la Medalla de Oro y muy especialmente con los profesionales de Atades, «que trabajan 365 días al año, durante 24 horas al día» y que han hecho «un hogar» de esta entidad, donde se resuelven tanto las necesidades físicas como las afectivas. Su mirada se dirigió después a otros muchos representantes de asociaciones del sector. «El tejido social con el que se da servicio a personas con especiales necesidades hace de esta ciudad una referencia», manifestó.
Seguidamente, citó uno de los proyectos más recientes de Atades, Semonia, la tienda de productos ecológicos con la que da trabajo a varias personas con discapacidad, o el centro Manuel Artero, que alberga a 190 vidas y que, «aunque siempre muestra al visitante su cara más amable, vive una realidad compleja todos los días». El presidente reconoció la labor de su directora, Fina Chapullé, la de las oficinas de la Travesía Ballesteros, sede administrativa, y la de los centros que se han abierto en Martillué, Barbastro, Monzón, Fraga y Boltaña. Fue agradecido, igualmente, con las instituciones, el Ayuntamiento, la DPH, el Gobierno aragonés, la Comarca de la Hoya y también con las obras sociales. «Creo que se ha hecho bien el trabajo y ahora el reto más importante es el día a día. Tendremos que dotar a Atades de una organización estable para celebrar, no solo cincuenta años, sino cien más», y puso el acento en la necesidad de continuar trabajando por la integración y la normalización de las personas con discapacidad.
En la recta final de su intervención, Lorenzo Torrente destacó cómo se ha ido modificando la mentalidad que existe sobre la discapacidad. «En veinte años se ha hecho un cambio más importante que en los últimos veinte siglos -comentó con vehemencia-. La discapacidad estaba mal vista y ahora se contempla de otra forma. La educación ha facilitado la integración. También los medios de comunicación han actuado, no solo como notarios, sino también han visibilizado y contribuido con su opinión. Huesca puede presumir de no estar más allá de las Coronas de Cillas, Huesca está con Atades. Hay empresas, proyectos que caminan ahora con nosotros, de la mano. Antes era Atades la que tiraba siempre del carro. Por eso, esta medalla es de Huesca».
COMPROMISO DE SOLIDARIDAD
Ana Alós cerró el acto recordando que Atades Huesca nació hace cincuenta años como «un compromiso de solidaridad» y observó, como ha demostrado el paso del tiempo, que «los gestos sencillos pueden ser sublimes y acaban entonces por trascender de su contexto original». Medio siglo después de aquella iniciativa, Atades se ha convertido en un «referente» para la ciudad y en «un motivo de orgullo legítimo», valoró la alcaldesa, que agregó que los logros de la entidad «hacen de Huesca una ciudad mejor».
«Cabe desear que el ejemplo de Atades nos haga a todos, además, mejores personas», añadió.
Fuente: Diario del AltoAragón, 11/10/2014.