Congregaron a medio centenar de personas y el balance fue muy positivo.
RICARDO GRASA 23/05/2017
SANTA CILIA.- Las segundas jornadas del aeródromo de Santa Cilia dedicadas al vuelo adaptado, una iniciativa pionera organizada por Fly-Pyr, la Fundación Step by Step y «Las Sillas Voladoras» (asociación que impulsa la integración de personas con discapacidad en actividades aeronáuticas) congregó a medio centenar de personas el pasado fin de semana, con el propósito de dar a conocer el mundo de posibilidades que existe en el sector del vuelo sin motor.
Uno de los asistentes fue el handbiker barbastrense Diego Ballesteros, que quedó en silla de ruedas tras sufrir un atropello. El deportista es conocido por su afán de superación y sus ambiciosos retos, que le llevaron a recorrer varios países y lograr numerosos reconocimientos.
«El despegue fue suave. Cuando te desenganchas del avión, vas flotando y notas cómo coges las corrientes de aire, es una experiencia que te hace sentir totalmente libre. Para una persona en silla de ruedas es algo magnífico, muy agradable y una sensación de plena libertad que invita a repetir», aseguró el barbastrense, para el que su estreno fue «muy emocionante».
Otros dos participantes, Mikel Bidaurre, procedente de Pamplona, y Miriam Torres, de Huesca, aseguraron que «los límites están en la cabeza» y coincidieron en destacar la sensación de libertad que tiene una persona en silla de ruedas o con movilidad reducida.
Mikel Bidaurre asistió a las dos ediciones y tiene claro que volverá a repetir. «Volar es como flotar en el aire. Al final, no hay ruido, solo escuchas el aire del ala. La sensación es un auténtico disfrute. Es una sensación estupenda», señaló el navarro, que valora practicar vuelo a vela de forma habitual, debido a que una persona con discapacidad en sus piernas puede hacerse con la licencia de piloto de vuelo a motor, lo que es factible desde 2008.
«Intentar sacar más licencias y dar a conocer este deporte» tienen que ser las metas a medio plazo, según Mikel Bidaurre, «porque se abre mucho mundo» y se consigue impulsar el afán de superación de personas con discapacidad. Por ello, «cuanta más difusión haya, más gente nos va a ver y la vida de muchas personas va a ser mucho más positiva», concluyó.
Por su parte, Miriam Torres dijo que las instalaciones del aeródromo de Santa Cilia son «algo único» y se posicionan a la vanguardia de Europa en el vuelo a vela adaptado, al ofrecer la oportunidad de realizar esta actividad durante todo el año, a través de un programa específico. Además, destacó que «las vistas son impresionantes» y que las dependencias permiten disfrutar de una jornada lúdica, al contar con un restaurante y una piscina.
La actividad empleó cinco aviones biplaza, dos de ellos adaptados para el vuelo con personas con problemas de movilidad en sus piernas y con discapacidad. El éxito de la edición invita a sus impulsores a preparar unas terceras jornadas y nuevas actividades dirigidas a este colectivo.
Fuente: Diario del AltoAragón, 23/05/2017.