La Fundación de Camporrells inauguró ayer las casas sociales que darán alojamiento a usuarios con discapacidad. Una de las residencias está puesta a disposición de una familia de refugiados con hijos con necesidades especiales.
JOSÉ LUIS PARICIO 04/12/2016
BINÉFAR.- La Fundación Crisálida cumplió ayer uno de sus sueños: la inauguración de tres casas sociales junto al horno de pan. Para el presidente de la entidad, Jacinto Marqués, este hecho supone «un paso más al frente para lograr la plena integración de los chicos». En este aspecto, recalcó que «primero fue el puesto de trabajo y ahora la vivienda».
El acto contó con la presencia de diversas autoridades, como la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, o la diputada de Servicios Sociales, Susana Blanes, así como el alcalde de Camporrells, José Guillén, y representantes de otros ayuntamientos y comarcas como Josep Antón Chauvell y Lourdes Pena.
Además, también asistió la vicepresidenta de la Fundación Internacional Baltasar Garzón, Carmen Durán, que firmará próximamente un convenio de colaboración con la organización de Camporrells dedicada a personas con discapacidad.
Desde el año 2013 la Fundación Crisálida cuenta en esta localidad literana con un centro especial de trabajo, un horno de pan en el que hay empleadas diez personas, seis de ellas con discapacidad intelectual. «Desde hoy ofrecemos un testimonio de esperanza, ya que una de las viviendas está puesta a disposición de una familia de refugiados, que tenga hijos con discapacidad intelectual, nuestro compromiso es dar trabajo a los padres», manifestó Jacinto Marqués, quien apuntó que con esta iniciativa su fundación quiere «poner su granito de arena» al conflicto de los refugiados.
«Cuando en el año 2009 se creó Crisálida, nuestro objetivo era trabajar para conseguir la máxima autonomía personal para personas con discapacidad intelectual. Primero fue el reto de consolidar en el medio rural puestos de trabajo, y el siguiente empeño era que tuvieran una vivienda, y este paso muy trabajado y peleado ha visto la luz», expresó con satisfacción el presidente de la Fundación.
Por su parte, la consejera María Victoria Broto resaltó «el buen trabajo y la trayectoria de Crisálida», que «merecen ser destacados sobre todo cuando una iniciativa de este aspecto se desarrolla en el medio rural».
La jornada inaugural de las tres casas sociales también tuvo ayer momentos emotivos, como la petición de matrimonio que protagonizó Aleix e Iris. Ellos son una de las parejas que van a ocupar una de las casas sociales. «Será un desafío importante para ellos y Crisálida», reconoció Jacinto Marqués.
La financiación de estas tres viviendas son fruto del trabajo de la Fundación y la colaboración de particulares y empresas a través de su responsabilidad social corporativa. Al respecto, el presidente de Crisálida recalcó que están «abiertos a cualquier nueva colaboración o propuestas para mantener vivo el proyecto».
Cabe destacar que las viviendas están declarados de interés social tanto por el Gobierno de Aragón como por la Diputación Provincial de Huesca.
UNA TRAYECTORIA DE PAZ, SOLIDARIDAD E INCLUSIÓN
Durante todos estos años los integrantes de Crisálida han impulsado iniciativas vinculadas a la paz y la solidaridad entre los pueblos, desde la realización a pie del Camino de Santiago, hasta viajes a Sarajevo y Mozambique o la participación en foros dentro y fuera de nuestro país.
Asimismo, su sede en la Litera Alta ha sido visitada por personas con prestigio nacional e internacional, que han aportado su testimonio y sobre todo reconocimiento a la labor que desde hace siete años realiza esta Fundación.
Fuente: Diario del AltoAragón, 04/12/2016.